El Poder en el nombre de Jesús

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Pastor, William Osmar Chamagua 

Hechos 4, versos del  5 al 12 

El poder del nombre de Jesús es un tema que ha sido debatido por siglos. Algunos creen que el nombre de Jesús es simplemente un nombre como el nombre natural de cualquier otra persona, mientras que otros creemos que el nombre de Jesús es un nombre poderoso que traspasa los cielos y que tiene el poder de hacer milagros en el amplio sentido de la palabra. 

En la Biblia, el nombre de Jesús está claramente asociado con el poder de Dios el Padre y Creador de todas las cosas visibles e invisibles. En Mateo 16 versículo 16, Pedro le dice a Jesús: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. En respuesta, Jesús le dice a Pedro: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.  

Esta declaración de Jesús indica que su nombre es más que un nombre asociado directa y únicamente con el poder de Dios. El nombre de Jesús tiene el poder de salvar a las personas de sus pecados (Hechos 4 12). También tiene el poder de sanar a los enfermos (Mateo 8, versículos 16 y 17). Incluso tiene el poder de expulsar demonios (Mateo 10 1) y resucitar a los muertos (Lucas 8, versículos 49 y 50). 

El poder del nombre de Jesús es uno de los temas más importantes de la Biblia. Jesús es el nombre que tiene poder sobre el pecado, las dificultades y tribulaciones de la vida, la enfermedad, en cualquiera que sea su manifestación y, por encima de sobre todas las cosas, el Nombre de Jesus tiene poder sobre la muerte. Jesús es el único nombre que puede salvarnos de la muerte eterna y ofrecernos, por gracia, la vida eterna. 

En Mateo 16, Jesús le pregunta a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo? Los discípulos responden que algunos creen que él es Juan el Bautista, otros que es Elías y otros que es un profeta. Luego Jesús les pregunta: ¿Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Simón Pedro responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 

Esta es una declaración de fe muy importante. Pedro está diciendo que Jesús es el Mesías, el Salvador que Dios ha prometido para su pueblo. Es el Verbo manifestado en carne (Juan 1 1), y la Luz Verdadera que vino a este mundo (Juan 1:  9) para salvarnos de nuestros pecados e invitarnos a pasar la eternidad con El. 

El nombre de Jesús tiene poder porque Jesús mismo es Dios manifestado en carne (I Timoteo 3 16) puesto que en el habita corporalmente toda la plenitud de la deidad (Colosenses 2 9). Jesús es Dios en la carne, y tiene todo el poder de Dios; fue El mismo quien dijo: Todo poder me es dado en el cielo en la tierra (Mateo 28 18). De ahí que Jesús, tiene el poder para perdonar nuestros pecados, sanarnos de nuestras enfermedades y resucitarnos de la muerte. 

Cuando oramos en el nombre de Jesús, estamos invocando su poder sobre nuestras vidas. Estamos pidiendo que use su poder para perdonar nuestros pecados, sanarnos de nuestras enfermedades y ayudarnos en nuestras necesidades. 

El nombre de Jesús es un nombre poderoso y maravilloso. Es el nombre que puede salvarnos y darnos vida eterna. Si crees en Jesús y lo recibes como tu Salvador, puedes experimentar su poder en tu propia vida y por ende transmitirlo y llevarlo a toda tu familia. 

En Hechos 4 versiculos 11 y 12, Pedro y Juan dicen: Este Jesús es la piedra que ustedes, los edificadores, rechazaron, y que no obstante ha llegado a ser la piedra angular. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en el cual podamos ser salvos. 

No hay Salvación en ningún otro nombre; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Este pasaje afirma que Jesús es el único Señor y Dios verdadero que puede salvarnos de nuestros pecados y de la misma muerte. 

En Filipenses 2 versiculos 9 y 11, Pablo dice: Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Este pasaje afirma que el nombre de Jesús es más poderoso que cualquier otro nombre. 

El poder del nombre de Jesús es una verdad que ha sido probada a lo largo de la historia. Hay millones de personas que han experimentado el poder de Jesús en sus propias vidas. Si estás buscando a alguien que te salve de tus pecados, que te sane de tus enfermedades y te ayude en tus necesidades, te animo a que creas y a que comiences a invocar el nombre de Jesús en tu vida a partir de este mismo día. Jesús es el único que puede satisfacer todas tus necesidades y sacarte de la oscuridad y llevarte a su luz admirable.

Extracto

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