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El precio de la ignorancia en el mundo

Es innegable que todos tenemos perspectivas válidas sobre este tema, aunque algunas son más fundamentadas que otras. No pretendo afirmar que lo que comparto en este pensamiento abarque la totalidad del asunto; al contrario, mi objetivo es poner sobre la mesa un tema que necesita ser explorado y analizado en busca de su verdad. 

A continuación, expondré algunas de las numerosas razones que considero causantes de la pobreza en el mundo.

En primer lugar, debemos reconocer que la pobreza no tiene una única causa-raíz, y, por lo tanto, no puede atribuirse a una sola palabra. Sin embargo, si simplificáramos todas las causas en una palabra, podríamos decir: IGNORANCIA. No lo digo como un insulto, sino como una realidad. Se ha afirmado que la educación es costosa, pero más costosa aún es la ignorancia. La ignorancia es la raíz de gran parte de la miseria que aflige a nuestro mundo en la actualidad.

La principal fuente de conocimiento y sabiduría es la Biblia, una palabra que ha sido entregada a los seres humanos para su aprendizaje, exhortación y adquisición de conocimiento. A lo largo de las edades, ha sido objeto de desprecio y ataques por parte de aquellos que optan por ser sus enemigos declarados, intentando destruirla, difamarla, burlarse de ella, malinterpretarla y borrarla de la conciencia humana. Esto es relevante porque una de las causas de la pobreza, la miseria, la violencia y sus derivados en el mundo se debe en gran parte al desprecio que muchos sienten por la palabra divina. Esta ignorancia propicia la manipulación, las interpretaciones erróneas, creencias falsas y doctrinas humanas presentadas como divinas, lo que subyuga y empobrece a la gente.

Mateo 24:35 nos recuerda que las palabras de Jesucristo perdurarán a pesar de los intentos por desacreditarlas: "El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". Además, en Mateo 5:18 se enfatiza que ni una letra ni una tilde de la ley serán eliminadas hasta que todo se cumpla.

Independientemente de los esfuerzos humanos por desacreditar, destruir o difamar las Escrituras, estas perdurarán. Por lo tanto, es crucial comprender el temor del Señor, ya que es el comienzo de la sabiduría. Sin sabiduría, no solo es imposible agradar a Dios, sino también resolver los problemas personales, familiares o sociales, y salir de la miseria.

La pobreza no se limita únicamente a lo material o financiero. Hay personas que, a pesar de ser multimillonarias en términos monetarios, son espiritualmente pobres. Carecen de amor, solidaridad, justicia y humildad, y, por ende, de un conocimiento genuino de Dios. La arrogancia y la contumacia los sumen en la oscuridad.

Cuando hablamos de pobreza en términos generales, nos referimos a la incapacidad de las personas para satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación, la atención médica, la educación y una vivienda adecuada. Esto se debe a diversas causas involuntarias, como el desempleo, los salarios insuficientes, la corrupción, el abuso de poder, la cultura y las catástrofes naturales. Además, las enfermedades costosas pueden llevar a la quiebra de familias.

En ocasiones, el término subdesarrollo se utiliza como sinónimo de pobreza, relacionándolo con la incapacidad de un país o región para desarrollar sus capacidades. La dependencia excesiva de préstamos internacionales suele ser un resultado de la falta de autosuficiencia de los gobiernos, lo que a su vez se relaciona con la persistente ignorancia en esos lugares.

Es importante recordar las palabras de Jesús: "Siempre tendréis pobres entre vosotros", pero el libro de Los Hechos de los Apóstoles nos muestra que la iglesia primitiva no tenía personas necesitadas. Esto se debe a que muchos rechazan adquirir conocimiento y, por lo tanto, permanecen en la ignorancia, despreciando a Jesús y su mensaje de verdad. Aquellos dispuestos a aprender y ser discipulados pueden encontrar formas de resolver la pobreza y vivir en una comunidad en la que la pobreza, tal como la conocemos, desaparecería.

Más allá de la pobreza económica, la pobreza espiritual también es importante. Implica la falta de amor y el aislamiento de aquellos que no han sabido rodearse de relaciones significativas.

En resumen, en un mundo donde el conocimiento es más accesible que nunca, todavía persiste la ignorancia que lleva a la pobreza y sus tribulaciones. Debemos profundizar en este tema para liberarnos de las cadenas de la pobreza y reconocer la ignorancia que hemos acumulado debido a la desinformación. Nuestro mundo está saturado de mentiras disfrazadas de verdad, y esas mentiras solo perpetúan la pobreza al engañar y manipular. Debemos esforzarnos por adquirir conocimiento genuino y superar la ignorancia que nos afecta en todos los aspectos de la vida. La profecía de Oseas, "Mi pueblo perece por falta de conocimiento", sigue siendo relevante hoy en día.

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